Según el último repaso trimestral de McKinsey, hay mayor optimismo en el futuro económico de América entre las personas de negocios de Norteamérica que entre los ejecutivos que viven en otras áreas del país. No obstante, aunque están optimistas acerca del crecimiento económico de América, este optimismo no se extiende a la economía global.
En general, los ejecutivos de todo el mundo son más positivos que negativos acerca de las condiciones globales futuras, dice el informe. Aún así, solo el 32 por ciento de los ejecutivos norteamericanos creen que las condiciones económicas globales serán mejores en seis meses, mientras que el 50 por ciento creen que seguirán siendo las mismas. En la zona euro, el 49 por ciento de los ejecutivos de negocios dicen que la economía global mejorará en seis meses, y el 37 por ciento dice que permanecerá igual.
Sin embargo, mirando a las estadísticas sobre cómo va la economía del país, quizá el optimismo no sea apropiado. Al analizar el PIB del país y los niveles de empleo, parece que la aceleración del crecimiento económico de América ha comenzado a invertirse. El primer trimestre tuvo un 2,4 por ciento de PIB real, indicando una economía fuerte, pero en el segundo trimestre, esta cifra cayó a menos del dos por ciento, indicando una economía decreciente, no creciente.